• Santiago 1:12

    Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba porque, cuando haya sido probado, recibirá la corona de vida que Dios ha prometido a los que lo aman.

  • Santiago 1:13

    Nadie diga cuando sea tentado: “Soy tentado por Dios” porque Dios no es tentado por el mal, y él no tienta a nadie.

  • Santiago 1:14

    Pero cada uno es tentado cuando es arrastrado y seducido por su propia pasión.

  • Santiago 1:15

    Luego esa pasión, después de haber concebido, da a luz el pecado; y el pecado, una vez llevado a cabo, engendra la muerte.

  • Santiago 1:16

    Mis amados hermanos, no se engañen:

  • Santiago 1:17

    Toda buena dádiva y todo don perfecto proviene de lo alto y desciende del Padre de las luces en quien no hay cambio ni sombra de variación.

  • Santiago 1:18

    Por su propia voluntad, él nos hizo nacer por la palabra de verdad para que fuéramos como primicias de sus criaturas.

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