Explicación, estudio y comentario bíblico de Santiago 3:1-5 verso por verso
Hermanos míos, no se hagan muchos maestros sabiendo que recibiremos juicio más riguroso
porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, este es hombre cabal, capaz también de frenar al cuerpo entero.
He aquí, ponemos freno en la boca de los caballos para que nos obedezcan y dirigimos también su cuerpo entero.
Consideren también los barcos: Aunque son tan grandes y son llevados por impetuosos vientos, son dirigidos con un timón muy pequeño a dondequiera según el antojo del que los conduce.
Así también la lengua es un miembro pequeño pero se jacta de grandes cosas. ¡Miren cómo un fuego tan pequeño incendia un bosque tan grande!