Explicación, estudio y comentario bíblico de Santiago 3:5-10 verso por verso
Así también la lengua es un miembro pequeño pero se jacta de grandes cosas. ¡Miren cómo un fuego tan pequeño incendia un bosque tan grande!
Y la lengua es un fuego; es un mundo de maldad. La lengua está puesta entre nuestros miembros y es la que contamina el cuerpo entero. Prende fuego al curso de nuestra vida y es inflamada por el infierno.
Pues fieras y aves, reptiles y criaturas marinas de toda clase pueden ser domadas, y han sido domadas, por el ser humano.
Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal incontrolable, lleno de veneno mortal.
Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres que han sido creados a la semejanza de Dios.
De la misma boca salen bendición y maldición. No puede ser, hermanos míos, que estas cosas sean así.