Explicación, estudio y comentario bíblico de Santiago 3:8-13 verso por verso
Pero ningún hombre puede domar su lengua; porque es un mal incontrolable, lleno de veneno mortal.
Con ella bendecimos al Señor y Padre, y con ella maldecimos a los hombres que han sido creados a la semejanza de Dios.
De la misma boca salen bendición y maldición. No puede ser, hermanos míos, que estas cosas sean así.
¿Será posible que de un manantial brote agua dulce y amarga por la misma abertura?
Hermanos míos, ¿puede la higuera producir olivas, o la vid higos? Tampoco de una fuente de agua salada brota agua dulce.
¿Quién es sabio y entendido entre ustedes? ¡Que demuestre por su buena conducta sus obras en la mansedumbre de la sabiduría!