Explicación, estudio y comentario bíblico de Sofonías 3:6-36 verso por verso
“Yo exterminaré las naciones. Sus torreones quedarán desolados; dejaré desiertas sus calles hasta que no quede quien transite. Sus ciudades serán devastadas hasta que no quede hombre, hasta que no quede habitante.
Dije: ‘Ciertamente me temerás, recibirás corrección’. Y no será quitado de sus ojos todo lo que le he encomendado a ella. Pero ellos se apresuraron a corromper todas sus obras.
¡Por tanto, dice el SEÑOR, esperen el día en que me levante para ser testigo! Porque tengo determinado reunir las naciones y juntar los reinos para derramar sobre ellos mi enojo, todo el furor de mi ira. Porque toda la tierra será consumida por el fuego de mi celo.
“Entonces daré a los pueblos un lenguaje puro para que todos invoquen el nombre del SEÑOR y le sirvan de común acuerdo.
Desde más allá de los ríos de Etiopía me traerán ofrenda los que me invocan en medio de la dispersión.
“En aquel día no serás avergonzada por ninguno de tus actos con que te rebelaste contra mí, porque entonces quitaré de en medio de ti a los que se alegran en su soberbia. Y nunca más te ensoberbecerás en el monte de mi santidad.
En medio de ti dejaré un pueblo humilde y pobre, el cual se refugiará en el nombre del SEÑOR.
El remanente de Israel no hará iniquidad ni dirá mentira ni habrá lengua engañosa en boca de ellos. Ciertamente serán apacentados y se recostarán sin que haya quien los amedrente”.