• Tito 1:5

    Por esta causa te dejé en Creta: para que pusieras en orden lo que faltase y establecieras ancianos en cada ciudad, como te mandé.

  • Tito 1:6

    Sea el anciano irreprensible, marido de una sola mujer, que tenga hijos creyentes que no sean acusados como libertinos o rebeldes.

  • Tito 1:7

    Porque es necesario que el obispo sea irreprensible como mayordomo de Dios; que no sea arrogante ni de mal genio ni dado al vino ni pendenciero ni ávido de ganancias deshonestas.

  • Tito 1:8

    Antes bien, debe ser hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo y dueño de sí mismo;

  • Tito 1:9

    que sepa retener la palabra fiel conforme a la doctrina para que pueda exhortar con sana enseñanza y también refutar a los que se oponen.

  • Tito 1:10

    Porque hay aún muchos rebeldes, habladores de vanidades y engañadores; especialmente de los de la circuncisión.

  • Tito 1:11

    A ellos es preciso tapar la boca, pues por ganancias deshonestas trastornan casas enteras enseñando lo que no es debido.

  • Tito 1:12

    Uno de ellos, su propio profeta, ha dicho: “Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones perezosos”.

  • Tito 1:13

    Este testimonio es cierto. Por tanto, repréndelos severamente para que sean sanos en la fe,

  • Tito 1:14

    no atendiendo a fábulas judaicas ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.

Continúa después de la publicidad