Explicación, estudio y comentario bíblico de Tito 1:7-16 verso por verso
Porque es necesario que el obispo sea irreprensible como mayordomo de Dios; que no sea arrogante ni de mal genio ni dado al vino ni pendenciero ni ávido de ganancias deshonestas.
Antes bien, debe ser hospitalario, amante de lo bueno, prudente, justo, santo y dueño de sí mismo;
que sepa retener la palabra fiel conforme a la doctrina para que pueda exhortar con sana enseñanza y también refutar a los que se oponen.
Porque hay aún muchos rebeldes, habladores de vanidades y engañadores; especialmente de los de la circuncisión.
A ellos es preciso tapar la boca, pues por ganancias deshonestas trastornan casas enteras enseñando lo que no es debido.
Uno de ellos, su propio profeta, ha dicho: “Los cretenses son siempre mentirosos, malas bestias, glotones perezosos”.
Este testimonio es cierto. Por tanto, repréndelos severamente para que sean sanos en la fe,
no atendiendo a fábulas judaicas ni a mandamientos de hombres que se apartan de la verdad.
Para los que son puros, todas las cosas son puras; pero para los impuros e incrédulos nada es puro pues hasta su mente y su conciencia está corrompida.
Profesan conocer a Dios pero con sus hechos lo niegan; son abominables, desobedientes y reprobados para toda buena obra.