Explicación, estudio y comentario bíblico de Tito 3:5-56 verso por verso
él nos salvó, no por las obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino según su misericordia; por medio del lavamiento de la regeneración y de la renovación del Espíritu Santo
que él derramó sobre nosotros abundantemente por medio de Jesucristo nuestro Salvador.
Y esto para que, justificados por su gracia, seamos hechos herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
Fiel es esta palabra.
Pero evita las contiendas necias, las genealogías, las controversias y los debates acerca de la ley; porque de nada aprovechan y son vanos.
Después de una y otra amonestación, rechaza al hombre que causa divisiones,
sabiendo que el tal se ha pervertido y peca, habiéndose condenado a sí mismo.
Cuando yo envíe a ti a Artemas o a Tíquico, procura venir a mí a Nicópolis pues allí he decidido pasar el invierno.
Encamina a Zenas, maestro de la ley, y a Apolos para que no les falte nada.
Y aprendan los nuestros a dedicarse a las buenas obras para los casos de necesidad, con el fin de que no sean sin fruto.
Te saludan todos los que están conmigo. Saluda a los que nos aman en la fe. La gracia sea con todos ustedes.