Explicación, estudio y comentario bíblico de Zacarías 10:1-9 verso por verso
¡Pidan al SEÑOR la lluvia de la estación tardía! El SEÑOR produce relámpagos y hace llover. Él da pan al hombre y hierba en el campo.
Pero los ídolos domésticos prometen en vano. Los adivinos ven mentiras y refieren sueños falsos; vano es su consuelo. Por eso el pueblo vaga como ovejas; fue afligido por falta de pastor.
“Mi ira se ha encendido contra los pastores y castigaré a los machos cabríos. Porque el SEÑOR de los Ejércitos visitará con su favor a su rebaño, a la casa de Judá, y los convertirá en su corcel de honor en la batalla.
De él saldrá la piedra angular, de él la estaca, de él el arco de guerra y de él también el gobernante.
Serán como los valientes que en la batalla pisotean al enemigo en el lodo de la calle. Combatirán, porque el SEÑOR estará con ellos, y los que montan a caballo serán avergonzados.
“Porque yo fortaleceré la casa de Judá y libraré la casa de José. Los haré volver, porque tendré misericordia de ellos. Serán como si no los hubiera rechazado, porque yo soy el SEÑOR su Dios que los oiré.
Los de Efraín serán como un héroe y el corazón de ellos se alegrará como por el vino. Sus hijos también lo verán y se alegrarán; su corazón se gozará en el SEÑOR.
Los llamaré con un silbido y los reuniré, porque los he redimido; y serán tan numerosos como lo fueron antes.
Aunque los sembraré entre los pueblos, aun en la lejanía se acordarán de mí; criarán a sus hijos y regresarán.