• Zacarías 11:3

    Se oye un gemido de pastores, porque su esplendor es desolado. Se oye el rugido de los cachorros de león, porque la espesura del Jordán es destruida.

  • Zacarías 11:4

    Así ha dicho el SEÑOR mi Dios: “Apacienta las ovejas destinadas al matadero,

  • Zacarías 11:5

    a las cuales matan los que las compran y no se sienten culpables. El que las vende piensa: ‘¡Bendito sea el SEÑOR, porque me he enriquecido!’. Ni sus pastores tienen lástima de ellas.

Continúa después de la publicidad