Explicación, estudio y comentario bíblico de Zacarías 14:12-38 verso por verso
Esta será la plaga con que el SEÑOR golpeará a todos los pueblos que acamparán con sus ejércitos contra Jerusalén: Hará que se pudra su carne, aun estando ellos sobre sus pies. También sus ojos se pudrirán en sus cuencas y su lengua se pudrirá en sus bocas.
Acontecerá en aquel día que se apoderará de ellos un gran pánico de parte del SEÑOR. Cada cual se asirá de la mano de su compañero y la mano de cada cual se levantará contra la de su prójimo.
También Judá combatirá en Jerusalén. Y serán reunidas las riquezas de todos los pueblos de alrededor: oro, plata y ropa, en gran abundancia.
Semejante será la plaga de los caballos, de los mulos, de los camellos, de los asnos y de todos los animales que se encuentren en aquellos campamentos.
Todos los que queden de los pueblos que hayan subido contra Jerusalén subirán de año en año para adorar al Rey, el SEÑOR de los Ejércitos, y para celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
Acontecerá que sobre aquellas familias de la tierra que no suban a Jerusalén para adorar al Rey, SEÑOR de los Ejércitos, no vendrá la lluvia.
Y si la familia de Egipto no sube ni acude, vendrá sobre ellos la plaga con que el SEÑOR golpeará a los pueblos que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
Tal será el castigo de Egipto y el castigo de todos los pueblos que no suban a celebrar la fiesta de los Tabernáculos.
En aquel día estará grabado sobre las campanillas de los caballos: “Consagrado al SEÑOR”. Las ollas de la casa del SEÑOR serán como los tazones del altar.
Toda olla en Jerusalén y en Judá estará consagrada al SEÑOR de los Ejércitos. Todos los que sacrifiquen vendrán, las tomarán y cocinarán en ellas. Y en aquel día no habrá más mercaderes en la casa del SEÑOR de los Ejércitos.