Explicación, estudio y comentario bíblico de Zacarías 7:11-13 verso por verso
Pero no quisieron escuchar. Más bien, se encogieron de hombros rebeldemente y taparon sus oídos para no oír.
Y endurecieron su corazón como un diamante para no oír la ley ni las palabras que el SEÑOR de los Ejércitos enviaba por su Espíritu, por medio de los antiguos profetas. Por tanto, se desencadenó la gran ira del SEÑOR de los Ejércitos.
Aconteció que como llamé y ellos no escucharon, así ellos llamaron y yo no escuché, dice el SEÑOR de los Ejércitos.