Commento popolare di Kretzmann
1 Corinzi 2:12
Ahora bien, hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que es de Dios, para que conozcamos las cosas que Dios nos ha dado gratuitamente.
Mientras que la actitud de los gobernantes de este mundo, tanto intelectuales como seculares, se caracteriza por una total falta de comprensión de las grandes cosas de Dios, Él nos las ha revelado a nosotros, que somos los que lo amamos, a través del Espíritu. El Espíritu es el instrumento y agente de Dios para traer la iluminación adecuada a nuestros corazones. En el caso de los apóstoles el Espíritu obró por acción directa o inmediata cuando estaban ocupados en la obra de predicar el Evangelio, Galati 1:12 ; 1 Pietro 1:12 ; y desde sus días la revelación nos llega por la predicación basada en la Palabra de los apóstoles, Ebrei 2:3 .
Esta obra de revelar el camino de la salvación puede ser realizada por el Espíritu; es la función especial del Espíritu, porque el Espíritu investiga todas las cosas, incluso las profundidades de Dios. Tiene acceso a, está familiarizado con los pensamientos y planes más íntimos de Dios. Y lo que ha descubierto, nos lo revela. Esas profundidades inexplorables, insondables e insondables de la esencia de Dios donde yacía escondida la voluntad misericordiosa de Dios para la salvación de la humanidad, el Espíritu nos las ha dado a conocer.
Nota: Dado que el Espíritu tiene acceso a los secretos más íntimos de Dios, Suya debe ser la esencia divina, Él debe ser Dios verdadero. Este hecho se pone de manifiesto por la comparación que introduce el apóstol: Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sus pensamientos y proyectos, sino el espíritu del hombre que está en él? Ninguna persona puede conocer los sentimientos y deseos más íntimos de otra a menos que esa persona se le revele por palabra o señal. Así nadie, buscando, examinando, ha encontrado a Dios, ha tenido acceso a Sus propósitos y planes; sólo el Espíritu de Dios tiene ese conocimiento, y por lo tanto puede y lo revela.
El apóstol hace la aplicación de este hecho: Pero nosotros no hemos recibido el espíritu del mundo. Ese es el espíritu cuya sabiduría Dios ha mostrado como locura, el espíritu que siempre está listo para crucificar de nuevo al Señor, el espíritu que está entenebrecido y cegado contra el entendimiento de Dios. El nuestro es más bien el Espíritu que nos ha sido concedido por Dios, el Espíritu de iluminación espiritual.
Y el resultado es que sabemos, tenemos un conocimiento definido e inquebrantable de los dones que Dios en Su maravillosa gracia y misericordia nos ha concedido. Todos estos dones están incluidos en Cristo y son posibles a través de la redención de Cristo. Estos dones, por maravillosos que sean, nos hubieran sido inútiles si el Espíritu no hubiera abierto los ojos de nuestro entendimiento para ver y aceptar el favor inmerecido de Dios en Cristo a través de la fe. Nótese que el apóstol no hace que la posesión de estos dones dependa de nuestro sentimiento, sino del conocimiento que nos transmite el Espíritu, a través de la Palabra.