Commento popolare di Kretzmann
Atti degli Apostoli 7:5
Y no le dio heredad en ella, ni aun para poner un pie en ella; vosotros prometisteis que Él se la daría en posesión ya su simiente después de él cuando no tuvierais hijos.
Preferidos los cargos, el presidente del Sanedrín, el sumo sacerdote, autorizó a Esteban a responder de ellos. Y Stephen abre su discurso de defensa con un discurso respetuoso a los jueces, algunos de los cuales eran de su misma edad y posición, y por lo tanto bien podrían llamarse hermanos, mientras que otros eran venerables por la edad, y por lo tanto deberían ser llamados padres. Las primeras palabras de su discurso dejan claro que pretende corregir algunas nociones prevalecientes.
La gloria de Dios en la nube del pacto, la llamada Shejiná, no se limitaba al Tabernáculo o al Templo, sino que el Dios de la gloria, el Poseedor de la ilimitada majestad divina, se revelaba también en otros lugares, justamente como convenía a sus propósitos. Fue así como se le apareció a Abraham cuando éste aún vivía en Mesopotamia, en Ur de los caldeos, antes de que toda la familia se trasladara a Charrán, o Harán, Genesi 11:31 ; Genesi 12:1 .
En Charran, Abraham había recibido la orden del Señor de dejar tanto su país como su parentela, y mudarse al país que incluso Taré había tenido en mente antes de su muerte. Así que Abraham, en ese tiempo Abram, había completado la mudanza a la tierra de Canaán, donde vivió como un extranjero entre los cananeos, sin tener ni siquiera un lugar donde pudiera poner su pie para llamarlo propio. Es cierto, en efecto, que tanto Abraham como Jacob tenían pequeñas parcelas de tierra en Canaán, pero las tenían por compra, no por don de Dios, y hasta Abraham se vio obligado a comprar un sepulcro para su esposa, Genesi 23:1 .
Así, la promesa de Dios a Abraham de que él y sus descendientes después de él tendrían la tierra como posesión, en un momento en que ni siquiera tenía un hijo propio, requirió una fe muy fuerte.