Commento popolare di Kretzmann
Giovanni 1:28
Estas cosas sucedieron en Bethabara, al otro lado del Jordán, donde Juan bautizaba.
La secta de los fariseos era muy estricta en la observancia de todas las normas y reglamentos concernientes al culto y las normas del servicio. El testimonio de Juan relacionado con su obra específica no les interesaba, pero la autoridad para su bautismo era un asunto de mucha preocupación para ellos. Los líderes judíos de Jerusalén no sabían nada de la obra de este hombre; no había pedido su sanción. Y así los delegados cuestionan su derecho a bautizar, ya que por su propia confesión no es ni Cristo, ni Elías, ni ese profeta.
Como la respuesta a la pregunta de los fariseos estaba incluida en el pasaje de Isaías, Juan se contentó con la oportunidad de señalar a Jesús, y así cumplir su obra. Se pone a sí mismo ya su bautismo en contraste deliberado con Cristo, y el bautismo que Cristo emplearía en su debido tiempo. Juan bautizó con agua. Mediante el agua del bautismo confirmó y selló su predicación para el arrepentimiento.
Advirtió al pueblo de Israel que necesitaban una limpieza de los pecados. Los que fueron bautizados por Juan confesaron sus pecados. Pero aun así el bautismo de Juan, aunque un medio de gracia, fue de naturaleza preparatoria; apuntaba hacia el cumplimiento de la redención en Cristo. Y el Mesías ya estaba en el mundo, vivía en medio del pueblo judío, aunque todavía desconocido para ellos.
Él fue el que fue posterior a Juan en cuanto al tiempo, pero en realidad, y en virtud de Su persona y oficio, superó a Su heraldo. Y bien lo sabía Juan, porque no se consideraba digno de desatar las correas de sus sandalias, y así hacer el trabajo de un esclavo para el Maestro. Había un abismo insalvable entre la divinidad y la humanidad, entre Dios y el hombre. Estas cosas sucedieron en el lado oriental del río Jordán, en un pueblo o valle llamado Bethabara, en un vado que permitía a los viajeros pasar a Batanea. Nota: El ejemplo de Juan al confesar a Cristo ante los enemigos de la verdadera salvación debería animar a los cristianos de todos los tiempos a defender valientemente a Cristo.