Commento popolare di Kretzmann
Luca 18:43
Y luego recobró la vista, y le siguió, glorificando a Dios; y todo el pueblo, cuando lo vio, dio gracias a Dios.
Jesús, tan pronto como escuchó el llanto lastimero, se detuvo en el camino y mandó que le trajeran al ciego. Y ahora se encontraron manos dispuestas sin problemas para prestar el servicio requerido. Para escuchar la oración de fe, Jesús le preguntó al hombre qué deseaba que hiciera por él. La petición del ciego fue por cierto una confesión, pues llamó a Jesús Señor, confesándolo como Dios, así como antes había expresado su creencia de que Jesús era el Mesías.
Aquí había una plena confesión de fe en la persona y en el oficio de Jesús. En la fuerza de esta fe hizo su oración para poder ver, para que sus ojos fueran abiertos. Y Jesús, en la profundidad de Su simpatía por todos los hombres, en cualquier problema que puedan estar, pronunció la palabra todopoderosa que abrió sus ojos: Recibe tu vista. Su fe había ganado la bendición de la curación misericordiosa para él.
“Tan pronto como suena la palabra: Recibe tu vista, él lo cree; por lo tanto, lo que él creyó ahora le sucede. Esa es la primera lección que debemos aprender de este evangelio, a saber, creer la Palabra de Dios con completo, corazón confiado, sin vacilar.” Al instante recobró la vista y siguió a Jesús, con la boca rebosante de alabanza a Dios. Confiando en la misericordia de Dios y el amor de Cristo por los pecadores y Su simpatía por los que sufren de alguna manera por la maldición del pecado, fue sanado sin demora.
Y toda la gente que vio este milagro también dio gracias a Dios. Nota: Un cristiano que ha recibido alguna evidencia de la misericordia de Dios, en los innumerables beneficios conferidos a través de los medios de Dios, realmente nunca tiene motivos para quejarse, sino que siempre debe encontrarse con su boca cantando las alabanzas de Aquel que lo ha guiado. de las tinieblas del pecado y de la incredulidad a su luz admirable.
Resumen. Jesús cuenta la parábola
de la viuda importuna y
del fariseo y del publicano, bendice a los niños que son traídos
a Él, habla al joven rico acerca de los sacrificios por Su causa, da a Sus discípulos la tercera predicción
de su Pasión, y cura al ciego de Jericó.