Y les dijo: Vayamos a los pueblos vecinos, para que yo también predique allí; porque por eso salí.

Había sido mucho después de la puesta del sol, probablemente tanto como duró el crepúsculo, que Jesús había estado ocupado con los enfermos. Y sin embargo, antes de que el alba iluminara las colinas en la orilla oriental del lago de Genesaret, mientras aún era de noche, se levantó, salió de la casa y se fue a un lugar desierto. Sin duda había estado cansado la noche anterior. Y sabía que el futuro traería muchos de esos días, con excitación y trabajo desde la mañana hasta la noche.

Estaba listo para este trabajo; ese era Su oficio para el cual había venido. Pero Su propósito al buscar un lugar solitario tan temprano en la mañana era entrar en comunión con Su Padre celestial por medio de la oración, Ebrei 5:7 . Necesitaba nuevas fuerzas para más trabajos y pruebas, y las buscó y las recibió a través de la oración. No hay mejor manera de mantener la fuerza espiritual y la serenidad necesarias en el trabajo difícil para el Señor que mediante una relación constante con el Señor en Su Palabra y en la oración.

Pronto echaron de menos a Jesús en casa, y Pedro y varios otros siguieron el camino que pensaban que Jesús debía haber tomado. El texto implica una búsqueda ferviente y ansiosa, porque esto es necesario en todo momento cuando Jesús es el objeto de la búsqueda. Habiendo encontrado al Maestro, le informan que toda la gente ya lo estaba buscando. Para los hombres y mujeres ansiosos por escuchar las palabras de la boca de Jesús y por ver las obras de gloria realizadas por Él, las primeras horas de la mañana no son demasiado tempranas.

Pero en este momento Jesús no fue influenciado por el mensaje de Pedro. Él niega la petición implícita de regresar a Capernaum en este momento. Quería ir a otros lugares y les pidió que lo acompañaran, a pueblos-pueblos, pequeñas aldeas no fortificadas. Porque allí Él quería predicar, proclamar la Palabra del Evangelio. La curación era una consideración secundaria; tenía la intención meramente de confirmar la Palabra. La gente de Cafarnaúm debería ahora, por un tiempo, tener tiempo y tiempo libre para meditar sobre la predicación que Él había hecho ante ellos, a fin de obtener el máximo beneficio de su influencia.

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