Marco 10:12

Y si la mujer repudiare a su marido, y se casare con otro, comete adulterio.

Los discípulos estaban todavía profundamente imbuidos de la enseñanza de los escribas, de los rabinos, que habían oído desde su juventud. Las declaraciones de Cristo diferían tan claramente de las costumbres con las que estaban familiarizados que abordaron el asunto con el Maestro una vez más en su lugar de alojamiento. Querían estar seguros de que habían oído bien y que Jesús no tenía nada que añadir como explicación adicional para ellos solos.

Pero Él sólo resume una vez más lo que dijo en el camino: Si alguno repudia a su mujer, y la desata del vínculo matrimonial, y se casa con otra, comete adulterio en perjuicio de, contra, el primero. La moral relajada en las relaciones entre los sexos pudo haber sido la regla entre los judíos, y la asociación constante con estos abusos pudo haber hecho a los discípulos tan insensibles como todos los demás. Pero eso no afecta ni un ápice la ordenanza de Dios.

La misma regla se aplica en el caso de una mujer: si ella se divorcia de su esposo, pierde el vínculo matrimonial que lo unía a ella, como podía hacerlo según la ley palestina en esos días, comete adulterio. Véase Matteo 5:31 ; Matteo 19:3 .