Y saliendo aquellos siervos por los caminos, juntaron a todos, cuantos hallaron, malos y buenos; y la boda se llenó de invitados.

Luego, cuando se hizo el informe del fracaso de sus sirvientes para persuadir a los antiguos invitados. El tiempo apremiaba; se exigió mucha prisa. Así que deben salir por los caminos, al lugar donde hay un cruce de caminos, ya sea un cruce de caminos desde el cual los caminos parten en todas direcciones, o un lugar cerca de las puertas donde los caminos de todas direcciones se juntan. En cualquier caso, muchas personas estarían pasando en poco tiempo, y la posibilidad de encontrar invitados sería mucho mayor.

Los sirvientes no deben tener cuidado de hacer una selección cuidadosa, especialmente en lo que respecta a la nacionalidad: los invitados indignos deben ser reemplazados lo más rápido posible por otros, quienes puedan encontrar. Y los sirvientes siguieron la orden literalmente. Saliendo por las calles y caminos, juntaron a todos los que hallaron, tanto malos como buenos, y se completó la asamblea nupcial de los que habían de participar de la fiesta.

El traje de boda perdido:

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