Matteo 22:42

diciendo: ¿Qué pensáis del Cristo? ¿De quién es hijo? Le dicen: Hijo de David.

El ataque de los fariseos había fracasado; su mismo portavoz se había visto obligado a admitir la verdad de la respuesta de Cristo, Marco 12:32 . Pero ahora Cristo se vuelve al ataque proponiendo una pregunta que clavaría a sus adversarios en los cuernos de un verdadero dilema. Su pregunta se refiere a la filiación de Cristo, del Mesías; ¿De qué familia ha de brotar? Es el tema de investigación más trascendental ante el mundo, no sólo en la época de Cristo, sino en todos los tiempos.

De acuerdo con la forma en que los hombres deciden su estimación de Cristo, se decidirá su destino. Un mero conocimiento mental y una confesión de labios, como la que hacían aquí los fariseos, que podían responder de una manera mecánica con bastante ligereza, no es suficiente para el verdadero creyente, como procede a señalar el Señor en este caso.