Salmo 45:1-17
1 Al músico principal. Sobre Sosanima. Para los hijos de Coré. Masquilb. Canción de amor.Mi corazón rebosa de palabras buenas;
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Sosannim—lit., lirios, sea descriptivo de un instrumento en forma de lirio, o que signifique el nombre de alguna tonada o aria con la que había de cantarse el salmo (cf. el título Daniel 8.) Canción de amores o canción de amadas—canción conyugal. Masquil—(cf. el Salmo 32 y el 42) denota el carácter didáctico del salmo; es decir, que da instrucción, siendo la canción alegórica y no de sentido literal. Aquí se describen la gloria y la unión de Cristo y la Iglesia. Se le aclama como rey dotado de todas las gracias esenciales, como conquistador exaltado sobre un trono de gobierno justo y eterno, y como novio de esplendor nupcial. La Iglesia está representada en la pureza y la hermosura de una novia regiamente adornada y acompañada, invitada a abandonar su hogar y a compartir los honores de su novio y señor. El cuadro de un casamiento oriental así expuesto, há de ser completado con la representación de los regalos de felicitación de los ricos que honran la ocasión, de la procesión de la novia en su atavío esplendoroso, atendida por sus compañeras vírgenes, y de la entrada de la multitud gozosa al palacio del rey. En lugar del deseo comúnmente expresado al respecto (Génesis 24:60; Rut 4:11), se cierra el Salmo con la predicción de una prole numerosa y distinguida. Todos los antiguos intérpretes judaicos y cristianos pensaban que el Salmo era una alegoría con el significado arriba sugerido. En los Cantares la alegoría se desarrolla más plenamente. Oseas (1-3) tráta la relación de Dios con su pueblo bajo la misma figura, y su uso para figurar la relación de Cristo y su Iglesia la encontramos en ambas partes de la Biblia (cf. Isaías 54:5; Isaías 62:4; Mateo 22:3; Mateo 25:1; Juan 3:29; Efesios 5:25, etc.). Se han sugerido otros métodos de interpretación, mencionándose varios monarcas judaicos desde Salomón hasta el malvado Acab, y varios príncipes extranjeros, como el héroe de la canción. Pero a ninguno de los tales se pueden aplicar los términos aquí usados, y apenas si es probable que se diera lugar a una mera canción nupcial, y menos a la de un rey pagano, entre las canciones sagradas de los judíos. Los que abogaban por una interpretación diferente que la mesiánica, generalmente se han acallado unos a otros en sucesión, mientras que la aplicación de las más rigurosas reglas de un justo sistema de interpretación no ha hecho más que fortalecer las evidencias en favor de la interpretación mesiánica. Esta explicación del salmo es fácil, y es defendida por la explicación de sus detalles. La cita del Salmo 45:6 por Pablo (Hebreos 1:8), aplicada a Cristo, debería ser decisiva, y la exposición de estos textos demuestra la propiedad de tal aplicación.
1. Prefacio animado indicativo de fuerte emoción. rebosa, etc.—un asunto bueno profiero: las cosas que he hecho tocante al Rey. Arde de fervor. pluma—un instrumento para el uso de Dios. escribiente muy ligero—de mucha soltura. El tema inspira, y el lenguaje fluye con facilidad.
2. A su encanto personal se añade la gracia de los labios, los poderes seductores del habla. Estas dotes vienen a ser fuente de poder y resulta en bendiciones. Cristo es Profeta (Lucas 4:22).
3, 4. Se apresta el rey para salir a batalla. espada—(cf. Apocalipsis 1:16, Apocalipsis 19:15.) vallente—o bien, poderoso (cf. Isaías 9:6). gloria … majestad—expresión común de atributos de Dios (Isaías 96:6; Isaías 104:1; Isaías 111:3), aplicada en casos especiales a mortales (Isaías 21:5), acaso como tipos. prosperado; cabalga—que dirijas la campaña con éxito. sobre palabra de verdad—en pro de la verdad. humildad … justicia—sin la conjunción—es decir, un gobierno justo y equitativo, notable por la mansedumbre o condescendencia (Isaías 18:35). diestra—o bien, el poder; órgano del poder. cosas terribles—en la conquista de los enemigos.
5. El resultado, pueblos—naciones enteras quedan vencidas.
6. Ninguna construcción lícita puede ser ideada que cambie el sentido dado a este texto y sostenido por las antiguas versiones, y sobre todo por Pablo (Hebreos 1:8). Sobre la perpetuidad de este gobierno, cf. 2 Samuel 7:13; Salmo 10:16; Salmo 72:5; Salmo 89:4; Salmo 110:4; Isaías 9:7.
7. Como es prominente en el v. anterior la naturaleza divina, en este texto se alegan las cualidades morales del hombre como razón o base del regocijo medianero. Algunos traducen: “O Dios, el Dios tuyo,” en vez de Dios el Dios tuyo—pero esta traducción es sostenida por la misma forma en el Salmo 50:7, y sólo era la unción de su naturaleza humana lo que se podía predicar (cf. Isaías 61:3). óleo de gozo—emblema de gozo (cf. 1 Reyes 1:39). compañeros—otros reyes.
8. El rey así instalado ahora aparece como novio, en ropaje ricamente perfumado, sacado de palacios de marfil, su residencia real; lo que, a juzgar por la ocasión nupcial, ha alegrado su corazón.
9. Para completar el cuadro de nupcias, le asisten las doncellas de familias ilustres, mientras la reina en atavío finísimo (1 Reyes 45:13) se apresta para la procesión nupcial.
10, 11. A ella se le invita a unirse a él, debiendo por tanto abandonar a su familia. Representa alegóricamente a la Iglesia, figura hallada en todas las escrituras que desde Génesis 12:1 en adelante hablan del pueblo de Dios como pueblo escogido, separado y peculiar. La relación de sujeción a su esposo concuerda a la vez con la ley del matrimonio dada en Génesis 3:16; Génesis 18:12; Efesios 5:22; 1 Pedro 3:5, y la relación de la Iglesia con Cristo (Efesios 5:24). El amor del marido se relaciona íntimamente con la completa devoción a la que se exhorta a la novía.
12. la hija de Tiro—en singular—(Efesios 9:14) denota el pueblo de Tiro, célebre por su gran riqueza, es elegida para representar las naciones más ricas, idea confirmada por la frase siguiente. Estos regalos se dan como medios de conciliarse con los huéspedes reales, lo que representa la sumisión reconocida de los oficiales. Esto expone bien la posición exaltada de la Iglesia y su cabeza, cuyas cualidades morales reciben el homenaje del mundo. La contribución de la riqueza material para sostener las instituciones de la iglesia puede ser sobreentendida (cf. “riquezas de los gentiles”,Efesios 72:10; Isaías 6:5).
13. la hija del rey—Expresión de dignidad. Puede que sugiera también, con alguna alusión de la enseñanza de la alegoría, que la esposa de Cristo, la Iglesia, es la hija del gran rey, Dios. de dentro—no sólo es costosa su vestimenta exterior, sino que toda su vestidura es de textura finísima.
14, 15. El progreso de la procesión se describe; conforme a la costumbre la novia y sus acompañantes son conducidas al palacio. con vestidos—Algunos proponen la versión “sobre paños bordados”, pues en la manera oriental se tendía sobre el suelo tapicería de rico brocado para que caminara la novia. Con vestidos parece ser la mejor traducción. serán traídas—en forma solemne (cf. Job 10:19; Job 21:22). La entrada al palacio con gran regocijo cierra la escena. Así al fin la Iglesia será llevada a su Señor, mezclada entre las festividades de los seres santos de los cielos.
16. Como los monarcas terrenales gobiernan imperios muy extensos por sus virreyes, así este glorioso rey se representa imponiendo a todos los principados de la tierra, príncipes de su propia progenie numerosa.
17. Las glorias de este imperio serán extensas como la tierra y duraderas como la eternidad. por lo cual—por cuanto su gloriosa alabanza será universal y perpetua. Algunos escritores se han esforzado en su ingenuidad por hallar en la historia y en las riquezas de Cristo y su iglesia, paralelos precisos de cada detalle de esta hermosa alegoría sin exceptuar siquiera su primorosa apariencia oriental. Así se piensa que los vestidos del rey y de la reina deben significar las dotes eminentes y las gracias de Cristo y de su pueblo. Las mujeres asistentes consideradas (por inconsecuente que pareciera con el carácter de una obra inspirada) como concubinas, representan a las iglesias gentiles, así como la novia, a la judaica, etc., etc. Pero es evidente que no se puede seguir semejante modo de interpretación. Porque, siguiendo la alegoría, tendríamos que postergar para un futuro remoto los resultados de una unión cuya consumación como un casamiento está aún distante (cf. Apocalipsis 21:9). En efecto, la representación aquí y en otras partes nos pone a la iglesia en dos aspectos. Como cuerpo, es aún incompleto, el todo queda aún por ser reunido. Como institución moral, es aún imperfecta. En la catástrofe final, quedará completa y perfecta. Así, como novia adornada, será unida a su Señor. Se expone así la unión de Cristo y la Iglesia triunfante. Por otro lado, en cuanto a sus partes componentes, la relación de Cristo como cabeza, como marido, etc., ya existe, y como estas partes forman una institución en este mundo, es por su unión con ella, y por los dones y gracias que él le imparte, como la semilla espiritual brota y se extiende en el mundo. Por tanto debemos fijar la mente sólo en la única verdad sencilla pero grande, que Cristo ama a la Iglesia, es cabeza sobre todas las cosas para ella, la eleva en la exaltación de él a la suprema dignidad moral, dignidad en la que todo discípulo, aun el más indigno, ha de participar. Cuanto a la fecha, entonces, en que esta profecía alegórica ha de ser cumplida, se puede decir que no se especifican períodos de tiempo algunos. Las caracteristicas de la relación de Cristo y su Iglesia son lo que está indicado, y podemos suponer que todo el proceso de su exaltación desde la declaración de su filiación, por su resurrección, hasta la gran catástrofe del juicio final, con todas las bendiciones colaterales para la Iglesia y para el mundo, está ante la visión del profeta inspirado.