Hechos 8:1-4

La Iglesia perseguida por Saulo

Lucas le dijo a Teófilo que Saulo, al sostener las túnicas de los que apedrearon a Esteban, había dado su consentimiento para su muerte. Inmediatamente después de este acto violento, siguió un intenso período de persecución. Los apóstoles permanecieron en Jerusalén, pero otros discípulos fueron conducidos a todos los rincones de Judea y Samaria. La providencia de Dios se puede ver en la seguridad de los apóstoles, quienes habrían sido los líderes más visibles de la iglesia. También se le puede ver trabajando a través de los terribles actos de hombres malvados, que perseguían a la iglesia, para difundir el evangelio en un territorio más amplio.

Lucas observó que hombres "fervientemente religiosos", o devotos, enterraron a Esteban y lloraron mucho su muerte. Del sencillo registro de Lucas surgen un par de observaciones. Primero, los hermanos, o algunos hombres temerosos de Dios entre los judíos, todavía tenían suficiente fe en Dios para enterrar abiertamente a un cristiano que había muerto de una muerte tan violenta por predicar el evangelio. En segundo lugar, el Sanedrín debe haber reconocido cuán malas fueron sus acciones, ya que su costumbre no permitía una tumba individual y un lamento por alguien que había sido apedreado judicialmente.

Saulo operó como el agente de un Sanedrín enojado que tenía la intención de borrar a la iglesia de la faz del mundo. Boles cree que es probable que estos eventos hayan tenido lugar en el año 37 d.C.

,,,este fue el año en que murió Tiberio y Calígula lo sucedió. Hubo un tiempo en que no había gobernador romano en Judea, y las facciones judías reinaban supremamente. Por lo tanto, los opositores del cristianismo visitaron los hogares cristianos y arrojaron a hombres y mujeres cristianos a viles prisiones y luego los llevaron ante los ancianos de la sinagoga, quienes trataron de obligarlos a negar a Jesús; por su negativa, algunos fueron muertos ( Hechos 22:4 ; Hechos 26:10 ), otros fueron azotados ( Hechos 26:11 ), y todos sufrieron muchos ultrajes ( 1 Timoteo 1:13 ).

La respuesta de la iglesia a la muerte de Esteban y la persecución que siguió es tanto comprensible como desconcertante. El hecho de que los cristianos huyeran del área de Jerusalén y Judea no sorprende. Sin embargo, es notable que predicaran el evangelio dondequiera que iban a pesar de los problemas que tal predicación había causado ( Hechos 8:1-4 ).