Verso 51. El velo del templo se rasgó...  Es decir, el velo que separaba el lugar santo, donde los sacerdotes ejercían su ministerio, del lugar santísimo, en el que sólo entraba el sumo sacerdote, y eso una vez al año, para hacer una expiación general por los pecados del pueblo. Este rasgamiento del velo era emblemático, y señalaba que la separación entre judíos y gentiles estaba ahora abolida, y que el privilegio del sumo sacerdote se comunicaba ahora a toda la humanidad: En adelante, TODOS podrían tener acceso al trono de la gracia, por medio de la única gran expiación y mediador, el Señor Jesús. Vea esto bellamente ilustrado en Hebreos 10:19.

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